
Era su rincón en el barrio, parece que el de alguien más, esa pistola ayer no estaba aquí.
-La habrán usado en algún atraco?
-Quizás, o en un asesinato!
-Las armas las carga el diablo y las dispara el estupido.
-El diablo no existe.
-Pero tu eres estupido! y lo sabes. Suelta la pistola!!!
-Tal vez lo sea, sin embargo volviendo a tú frasecita: si el diablo no existe, no puede cargar la pistola y un estupido nunca puede disparar un arma que no ha sido cargada. Usa el raciocinio, además no la van a tirar cargada.
-En tú forzada ignorancia se esconde el diablo. Deja de apuntarme. Venga!! Que el diablo es amigo de las casualidades fatales.
-Eres como un grano en el culo. No sé porqué te hago caso.
La lanzó con fuerza contra el muro, BAAAAAAAANGGGGG, se oyó.
-Ves!
-Ya te digo!!