dimarts, 14 d’octubre del 2008

La vida, simplement


__La ciudad__


Entro al taxi, me acomodo

junto a la ventanilla,

Felipe IV, 18, digo,

en marcha, dice, se cruza

un autobús, me río de mi

sonrisa en el cristal, veo

gente que viene y va, gente

que parece feliz y gente que parece

aburrida, caen las primeras gotas,

uno abre un paraguas, otro

entra a un bar, otro habla solo

y se ríe y me mira, lo miro,

lo archivo todo, arrecia

el chaparrón, un coche patrulla

parpadea en la distancia,

se forma un pequeño caos

bajo una marquesina, una pareja

corre y se refugia en un

portal… Es la ciudad –pienso–,

es la vida. Y me gusta.

Setecientas cincuenta, por favor.


Karmelo Iribarren
Ahir algú em va recordar que tenia oblidada la canço francesa al proposar d'escoltar La mala reputación de Brassens en revisió de Paco Ibañez i a partir d'aqui he estat mitjanit desperta escoltant la Piaff, Ferré, Brel, Ibañez i fins i tot en Llach. Em vaig omplir de paraules d'amors, desamors i revolució.

Jaime Gil de Biedma donava les gràcies a la canço francesa pel que li feia sentir, en aquest poema:

Elegía y recuerdo de la canción francesa (fragment)

Y fue en aquel momento, justamente
en aquellos momentos de miedo y esperanzas
-tan irreales, ay- que apareciste,
oh rosa de lo sórdido, manchada
creación de los hombres, arisca, vil y bella
canción francesa de mi juventud!


Eras lo no esperado que se impone
a la imaginación, porque es así la vida,
tú que cantabas la heroicidad canalla,
el estallido de las rebeldías
igual que llamaradas, y el miedo a dormir solo,
la intensidad que aflige al corazón.

Cuánto enseguida te quisimos todos!
En tu mundo de noches, con el chico y la chica
entrelazados, de pie en un quicio oscuro,
en la sordina de tus melodías,
un eco de nosotros resonaba exaltándonos
con la nostalgia de la rebelión.

Y todavía, en la alta noche, solo,
con el vaso en la mano, cuando pienso en mi vida,
otra vez más sans faire du bruit tus músicas
suenan en la memoria, como una despedida:
parece que fue ayer y algo ha cambiado.
Hoy no esperamos la revolución.

Desvencijada Europa de post-guerra
con la luna asomando tras las ventanas rotas,
Europa anterior al milagro alemán,
imagen de mi vida, melancólica!
Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos,
aunque a veces nos guste una canción.

I jo donc les gràcies a la blogger Maria per reactivar el meu sentiment revolucionari.

Una de simple, senzilla, gens poètica. Però definitoria, intransigent i aclaparadora:

NO PASARAN!!!!!!

els quissos d'en quim


Un meu cosí m'ha enviat aquesta foto dels seus quissos, la trobo tant maca que la poso al blog. Ja vaig dir que tot hi cap dins el cap.